¿Cuántas veces hemos escuchado la frase “Aquí, en Empresa X, el activo más importante son las Personas”?
O quizás alguna frase similar, infaltable en muchos eventos empresariales de fin de año.
No por repetitiva esta frase deja de ser útil para destacar la importancia del factor humano en los negocios, y para reconocer y agradecer la contribución y el esfuerzo de los empleados.
Debe ser por mi formación de Ingeniero, que suele costarme evitar la conceptualización de esta frase, e inmediatamente ponerme a pensar cómo se contabilizaría dicho activo y en cuál línea del balance debería estar. ¿Es cuantificable? ¿Tendría que tener una contrapartida en el capital, o mejor en el pasivo?
Los balances pueden incluir intangibles tales como marcas, patentes, capital intelectual de distinta índole, sistemas y otros conceptos que se han cuantificado con una metodología aceptada. Pero el activo “Personas”…
Una característica común a todos los activos reflejados en la contabilidad, es que son propiedad de la sociedad. Y resulta difícil visualizar a las personas como propiedad de la empresa.